Manu Garaizabal nació en Santiago, pero pronto su familia se trasladó a Vitoria. Ahí comenzó a rasguear tímidamente la guitarra española de su padre, impulsado por su amor a Dire Straits. En los largos viajes de verano hacia las playas de Galicia, su padre les amenizaba con un repertorio cuidadosamente seleccionado que incluía música clásica y rock, de artistas como The Band, Beatles, Dylan, Creedence, Eagles, y clásicos del soul. A los 13 años empieza a recibir clases de guitarra eléctrica y sus oídos se abren al blues de Eric Clapton, BB King y Muddy Waters. Y gracias a la colección de vinilos de su padre, también descubre a artistas como The Allman Brothers Band, Led Zeppelin o Jimi Hendrix.
Con 15 años monta su primera banda con compañeros del colegio y consiguen dar algún concierto por Vitoria. A los 17 años se traslada a USA para estudiar durante un año y empaparse de la cultura americana. Ahí monta otra banda, da conciertos, gana un concurso de instituto, publica algunos poemas en revistas de estudiantes y también recibe un premio de Escritura Creativa. A su vuelta a España, ese amor por los sonidos americanos le acompañará siempre.
Ya en Madrid comienza su carrera profesional tocando con infinidad de bandas de todos los estilos, desde heavy metal hasta pop, blues o country. Estudia guitarra y armonía en la 21st Century Music School, donde se gradúa con Honores en Guitarra Profesional, y también hace cursos de Técnico de Sonido en el CEV. Ha grabado discos, bandas sonoras, anuncios para la televisión y básicamente ha realizado todos los trabajos posibles dentro de la industria musical, produciendo, girando, representando, arreglando guitarras e incluso vendiéndolas.